José Saramago
José de Sousa Saramago vino a este mundo en Azinhaga, Ribatejo, Portugal, el 16 de noviembre de 1922, hijo de José de Sousa y María de Piedade Meirinho.
(Al respecto del apellido con el que el escritor firma todas sus novelas, hay que contar la anécdota de que éste era una especie de sobrenombre por el que se conocía a su padre, “saramago”, y que tiene que ver con una planta comestible; debido a un error, al inscribirle en la escuela, se lo pusieron a él de apellido).
Su familia era muy humilde, pero la leyenda de que él fue analfabeto hasta los 12 años, no es más que eso, una leyenda, ya que en 1929 se le inscribió en la escuela primaria, habiéndose trasladado sus padres, cinco años antes, de su lugar natal a Lisboa, por cierto, que a los pocos meses de este cambio de residencia, su hermanito de dos años Francisco, murió.
Doce meses después cambia de colegio y en 1933 se le matricula en el Instituto Gil Vicente; ese mismo año su madre le regala el que sería el primer libro que el muchacho tiene, O Misterio do Mohíno, traducción de un autor inglés.
Pero como la familia anda muy escasa de recursos, Saramago tiene que entrar en la Escuela Industrial Alfonso Domínguez para aprender un oficio.
A los 17 años concluye su formación profesional en la rama de la serrería mecánica, entrando a trabajar en las oficinas del Hospital Civil de Lisboa.
Un año más tarde se convierte en asiduo de la Biblioteca del Palacio das Galveias Este afán por instruirse le hará ocupar al cabo de dos años, un cargo administrativo en el Hospital Civil de Lisboa.
En 1943 trabaja en la Caixa de Abono de Familia do Pessoal da Industria de Cerámica.
Esta estabilidad laboral le permite contraer matrimonio en 1944 con la pintora Ilda Reis que le hará padre de su única hija Violante tres años más tarde. Por aquellas fechas, sin embargo, ya había escrito su primera novela Tierra de pecado, que se viera publicada en 1947, y que tuvo muy buenas críticas. Entonces, incomprensiblemente, Saramago decidió no volver a escribir, porque, según sus propias palabras, “no tenía nada que decir” –ejemplo que podría seguir más de uno actualmente-, y durante veinte años el escritor portugués perseveró en su silencio literario, aunque no por eso dejara de moverse tanto en ambientes intelectuales como políticos; fue periodista, se hizo miembro del Partido comunista portugués, sufrió censuras, persecución en la dictadura de Salazar, y a finales de la década de los 60, empezó de nuevo a escribir, en este caso poesía.
En 1974 vivió de manera activa la Revolución de los Claveles y en 1982 publica la novela que la lanzaría internacionalmente: Memorial del convento a la que siguió El año de la muerte de Ricardo Reis.
En lo que atañe a su vida privada, en 1970 se divorció de su esposa –quien fallecería en 1998-, relacionándose sentimentalmente con la también escritora portuguesa Isabel de Nóbrega hasta 1986, y dos años más tarde se casa con la periodista sevillana Pilar del Río.
Uno de los trabajos que desempeñó a lo largo de su existencia fue el de colaborador en una editorial, Estúdios Cor, en la que acabaría convirtiéndose en editor literario.
En 1968 hace critica literaria en la revista Seara Nova, y más adelante, habiendo dejado Estúdioss Cor, trabajará como editorialista en el Diario de Noticias.
Saramago también ha sido traductor, empleo al que se dedicó para subsistir cuando decidió dejar toda estabilidad económica que garantizase un sueldo fijo, y entregarse de lleno a la novelística: fecha clave ésta en su biografía el 25 de noviembre de 1975.
A lo largo de su existencia como escritor José Saramago ha recibido numerosos y distinguidos premios cuya culminación se alcanzó en 1998 con el Nobel.
Es autor también de obras de teatro, y basadas en novelas suyas se han escrito óperas compuesta la música por el maestro italiano Azio Corghi y estrenadas en la Scala de Milán.
En 1993 se va a vivir a Lanzarote, en las Islas Canarias, y ese mismo año entra a formar parte del Parlamento Internacional de Escritores, de Estrasburgo.
Su última novela, por ahora, es La intermitencia de la muerte, traducida al castellano por su esposa Pilar.
© 2005 Estrella Cardona Gamio
